Se encuentra enclavado en los montes Obarenes casi lindando con la Rioja y su acceso no es complicado. Hay varias formas de llegar, desde san Juan del Monte, desde Haro, desde Ircio, desde Villalba de Rioja o desde la ermita de san Felices. Yo opté por la más cómoda, en Haro tomé el desvío de Miranda de Ebro y un poco antes de llegar a "Las Conchas" a mano izquierda aparece un camino con la única reseña de "YERMO CAMALDULENSE". Tomo el desvio, el primer tramo, mitad camino, mitad carretera está destrozado, las corrientes de agua han campado a sus anchas y han levantado el asfalto en varios lugares. Después de cruzar bajo la autopista mejora mucho y aunque aparece alguna dificultad el camino tiene buen firme. Apenas en dos kilómetros aparecen las primeras construcciones salineras.
Aun queda alguna edificación en pie pero su estado es de total abandono. Moverse entre sus construcciones, pozos y depósitos es harto complicado, arbustos y zarzas han ganado la batalla y señorean a su antojo.
En el interior de este caserón se encuentra el pozo salinero, aunque no se trata de un manantial de agua salada como tal.
La extracción del mineral era laboriosa y su producción escasa por lo que la explotación fue abandonada en los años setenta. No pudo competir ni en producción ni en precios con las grandes salinas marinas.
El mineral salino era buscado mediante excavaciones en profundos pozos que se llenaban de agua dulce del arroyo que fluye por la explotación. La sal se disolvía en el agua y su extracción se realizaba con ayuda de una rueda hidráulica para ser almacenada en depósitos hasta el verano.
Deposito de agua salada
En verano se extendía la salmuera en las eras, grandes superficies con pocos centímetros de profundidad. La radiación solar y la brisa se encargaban de evaporar el agua.
Para una cristalización uniforme los operarios realizaban "la revuelta" pasando unos rodillos por las eras. El secado no debía ser muy rápido por lo que se regaba periódicamente. Cuando las eras se secaban era el momento de recoger el preciado mineral.
Este es el lugar que ocupaban las eras de evaporación, el edificio, posiblemente sería un almacén.
Rueda hidráulica en 1984. Foto de Elías Rubio
El agua del arroyo era conducida mediante un acueducto y se dejaba caer sobre la rueda desde cierta altura para mover el mecanismo, el eje de la rueda trasmite su movimiento mediante un sistema de bielas situado en la zona alta del caserón, aquí las bielas son las encargadas de mover la bomba para extraer el agua del pozo salino.
Esto es lo que queda en la actualidad de la noria.
Aunque me consta que esta era la imagen que se ha podido disfrutar hasta hace bien poco de ella.
Imagen de las salinas en 1984 tomada por Elías Rubio
Canalización de agua hasta la noria 1984. Foto de Elías Rubio
Recreación de las salinas en funcionamiento
El pueblo se encuentra en el mismo estado de abandono que las salinas, aun queda en pie algún edificio pero en estado lamentable.
Aunque la maleza ha vuelto por sus fueros intentando cubrir cualquier resto dejado por el hombre, aun es posible disfrutar del lugar y hacerse una idea de como era el día a día en estas recónditas salinas.
Cercano a este lugar se encuentran el Yermo Camaldulense Montecorona de Nuestra Señora de Herrera y unas curiosas cuevas, tal vez monasterios rupestres habitados por monjes en una etapa anterior a la construcción del actual cenobio en el año 1176 por los monjes de Sajazarra.
Ya tengo excusa para volver a estos preciosos y apartados lugares enclavados en la zona oriental de los montes Obarenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario